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lunes, 10 de marzo de 2014

Sueño

Estaba en mi habitación cuando escuché un sonido que venía desde la calle, me asomé para ver qué era, al no ver nada me extrañe y salí a la terraza por la ventana de mi habitación (algo que no suelo hacer en la realidad), seguía escuchando un sonido, a mí me parecía al sonido de un enjambre de abejas o unas avispas, lo empecé a escuchar más cerca y volví a mi habitación a cerrar la ventana por si acaso, entonces me acordé de que la ventana de la habitación de al lado estaba abierta y me dirigí a cerrarla antes de que entrara lo que fuera que escuchase, pero al entrar a la habitación me encontré con unos pequeños murciélagos que revoloteaban en torno a la lámpara, cerré la puerta y avisé a mi padre, él fue a comprobarlo e intentó echarlos pero no pudo, entonces nos dimos cuenta de que se trataba de espíritus y a no ser que utilizáramos el método correcto no se marcharían, lo intentamos de muchas formas pero no lo conseguimos, entonces el timbre sonó, al otro lado de la puerta se encontraba un señor, quien nos recitó un hechizo para deshacernos de los murciélagos, me preocupó que mi padre no lo apuntara ya que podría decirlo mal o no acordarse, rápidamente se dirigió a la habitación y yo me quedé en el pasillo dudando, recitó el conjuro varias veces pero no funcionaba, en una de las veces que lo intentaba yo buscaba una solución en internet desde el móvil hasta que se me ocurrió recitar el conjuro a la vez que él, al escuchar que mi padre no lo decía más veces fui corriendo a la habitación y los murciélagos por fin desaparecieron.





Hacía mucho tiempo que no tenía un sueño como este, me desperté contenta y todo, en la mayoría de los sueños me suelo quedar justo cuando va a acabar y me alegra haber soñado con algo y encima con un buen final.



¡Nos leemos!





2 comentarios:

  1. Parece el tipico anime que te ponen todo de pronto y no te enteras de nada xDDD

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  2. Que sueño más estraño, a lo mejor significa que puedes superar cualquier cosa en la vida y en los sueños, incluso el miedo a lo que a veces nos imaginamos con las luces apagadas, pero en realidad no existe.

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