¿Qué sueñas?:Soy alquimista.

Estaba en el patio de un instituto, era la hora del recreo cuando el suelo comenzó a temblar, mis dos amigas y yo nos miramos, al saber de lo que se trataba corrimos hacia el interior del edificio, al ir corriendo me di cuenta de que se me desató el cordón de la zapatilla, les grité que me esperaran pero siguieron corriendo, grité otra vez diciéndoles por qué me iba a parar, pero desaparecieron de mi vista, cuando por fin me até los cordones seguí corriendo para reunirme con ellas, quienes más adelante me estaban esperando desconcertadas, en el pasillo del instituto estaban algunos profesores explicando la situación a los alumnos, más lejos veo a un grupo de alquimistas nacionales (sí, de FMA), al saber que podía ayudar en la situación me acerqué al grupo, Roy Mustang me vio acercarme y se separó de ellos para informarme de lo que ocurría, entonces se escuchó una explosión que procedía de las clases, ambos nos giramos y fuimos tras el sonido, mientras nos dirigíamos hacia la clase en cuestión había profesores que aún estaban en sus clases, sin enterarse de la emergencia, en la clase estaban muchos alumnos y la profesora explicándoles la materia, ajena a lo ocurrido, nos detuvimos en la entrada de la clase, todas las personas dentro del aula estaban confundidas y nerviosas, excepto una, al final de la clase, en la fila de en medio había una chica con una expresión malévola, no era una persona, aunque se le parecía mucho. Roy, algunos alquimistas detrás de nosotros y yo corrimos hacia la supuesta chica, junté las manos y las puse en la pared intentando transmutarla para atrapar a la chica, era extraño, la pared pesaba mucho y sabía que no tenía que ser así, pero la chica no se movía del asiento.

Entonces me encuentro en mi casa, hay una chica tumbada en el sillón, estaba muy trastocada por lo ocurrido, era como si no tuviera ningún recuerdo de absolutamente nada y se dedicaba a murmurar palabras sin sentido con una voz infantil, tenía un muñeco en forma de conejo muy mal conseguido, era alargado, negro, de tela y con los ojos rojos, cogí el muñeco, sabía que tenía que ver con la chica que había en aquella clase, supuse que aquel ser le había quitado la memoria para evitar que nos diera información acerca de ella y despistarnos. Había desaparecido, pero la pista que teníamos era aquel muñeco y si era parte de ella podría ayudarnos a acercarnos a donde se encontrase.

- Sé que no tienes nada que ver con ella- le dije mientras le devolvía el muñeco. - Le encontraremos.

No sé por qué decidí hablarle, sabía que no me entendería, ahora no decía nada, estaba con la mirada perdida pero después de mis palabras asintió, su expresión parecía más tranquila.




Nos leemos.