jueves, 27 de septiembre de 2012
Somos malos por naturaleza.
Remontémonos al siglo XVIII, en dicho siglo, existían dos ilustradores: Hobbes y Lock, el primero tenía el siguiente pensamiento:
Los humanos somos malos por naturaleza, somos malos, evidiosos, por lo que en la población se crea intranquilidad [...] Por otro lado, tenemos a Lock, quien dice que los seres humanos somos buenos por naturaleza, son las cicunstancias las que nos hacen ser malos [...]
Ahora pensemos, según Hobbes, somos malos y envidiosos por naturaleza, en parte tiene razón ya que, siempre vamos a querer lo que el otro tiene, y si no lo queremos todos, al menos algunos sí, por ejemplo: ''Si el vecino tiene un chalet, yo quiero un chalet, y si tiene piscina y yo no tengo, y no está, me salto la valla en verano y me baño''
Ahora me pondré en situación mediante otro ejemplo:
A mi hermana le toca la lotería, yo no me alegro por ella, pero depende, me alegraré en proporción a lo que suelte, si ella decide guardárselo, no voy a alegrarme (aunque luego pensaría que sería justo, ya que le ha tocado ella...) ¡pero imaginaos que no lo pienso y soy una egoísta de cuidado!
Creo que los humanos ya de por sí, somos malos y avariciosos, como en el primer ejemplo, si alguien tiene algo que queremos, querremos tenerlo también y así sucesivamente (no todos, claro, algunos, vuelvo a repetir), el ejemplo más acertado que me parece es el segundo, actuaría tal y como lo he escrito anteriormente, como dije: Los humanos somos egoístas ''Si el vecino tiene un chalet, yo quiero un chalet [...]'' eso sí, unos menos o más que otros, poro al fin y al cabo lo somos, para menos o para más; aunque creo que el pensamiento de Lock también es acertado, como en el segundo ejemplo: ''A mi hermana le toca la lotería, yo no me alegro por ella, pero depende, me alegraré en proporción a lo que suelte [...]'' depende de la cirunstancia me algraré por ella: Si suelta parte del dinero, yo salgo beneficiada y me alegraré; si no suelta parte del dinero, no saldré beneficiada, y no me alegraré.
Es como cuando estamos felices, un día nos levantamos con el pie derecho y nos sentimos contentos, si nosotros estamos contentos podemos hacer felices a los demás; pero resulta que al otro día nos levantamos con el pie izquierdo, y estamos más deprimidos y decaídos que nunca, por lo que no podremos hacer felices a los demás, ¿y qué? Si no estoy contenta yo, no me preocupo por los demás, si no por mí, los demás me dan igual si yo no estoy contenta; se me ocurre otro ejemplo, yo estudio lo que estudio ahora, no por contentar a los demás, estoy estudiando por mí, ni para contentar a mis padres ni a nadie, estoy mirando sólo por mí, para tener más posibilidades en el futuro y no hay más.
Al fin y al cabo, los humanos somos egoístas por naturaleza, éste egoísmo puede incrementar o disminuir en función de las circunstancias, ya que éstas puede hacerme más o menos egoísta, pero al fin y al cabo, el egoísmo o la envidia siguen ahí, que es normal, es normal tener esos sentimientos ya que al fin y al cabo, somos humanos.
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Es cierto que los humanos somos animales sociales, pero esos senimientos forman parte de todas las especies, si tienes un perro y al tiempo te compras otro, el perro inicial va a tener envidia del nuevo porque tu le prestaras atencion.
ResponderEliminarPero sobre todo que salgamos mejores o peores depende de nuestra educacion y de las personas a las que observemos de pequeños, ya que no solo me refiero a los padres si no al medio que nos rodea a cada uno.
¿Malos por naturaleza? Eso es ir demasiado lejos. Para empezar "malo" es un juicio de valor, y por tanto algo subjetivo. Lo que tú puedes considerar incorrecto otra persona puede no verlo así. Por ejemplo, la Iglesia ve el aborto y la homosexualidad como algo malo, y es su opinión. ¿Lo es por ello? La mayoría (incluída yo) piensa que no. Pero es su opinión, y es algo que relativamente no se puede cambiar.
ResponderEliminarTenemos por otro lado el hecho de que has elegido dos autores con un pensamiento determinado. Que Hobbes y Locke digan eso no significa que sea una verdad universal, pues es filosofía. El pensamiento de un autor debe entenderse en su contexto, y recordemos que en siglo XVIII aún tenía mucho peso la tradición de pensamiento judeocristiana. Por otro lado, existen otros autores que sostienen lo contrario, que el hombre es bueno por naturaleza. ¿Quién lleva razón? Pueden tenerla todos o pueden no tenerla ninguno, porque la filosofía en el fondo simplemente es otra opinión.
Y al igual que hay que tener en cuenta el contexto histórico para entender el pensamiento de un autor, hay que tener en cuenta nuestro contexto para entender cómo actuamos nosotros. Como comprenderás, un recién nacido no sabe qué es el bien ni el mal, no es capaz de hacer ese juicio de valor. Pasarán muchos años, hasta los diez más o menos, antes de que sea capaz de distinguirlo y decidir qué es bueno y que no. Aún así no se puede hablar aún de maldad o bondad, puesto que un niño es inocente. La inocencia no es buena ni mala, es simplemente inocencia. Es neutra, es no tener claro cuándo se hace bien y cuándo se hace mal. Si los seres humanos nacemos inocentes, por definición no podemos nacer malos.
¿Qué hace que parezca la maldad? El aprendizaje. Y cuando hablo de aprendizaje no me refiero exclusivamente a la enseñanza formal de las escuelas, me refiero a todas las experiencias de la vida de una persona, pues todas dejan una marca en ella, incluso lo que pueda parecer insignificante como decir "Jesús" después de estornudar. Somos el fruto de nuestra historia, de nuestra vida. Sólo analizando la historia personal se podrá hablar de "maldad" o "bondad", y desde luego, nunca en términos absolutos.
Bueno, espero que no te moleste, sólo quería dar mi opinión. Un abrazo y sigue con el blog, a pesar de no estar de acuerdo creo que tú opinión es interesante. Un abrazo :)